Tanto el coworking como el #openofficeworking nos ofrecen la posibilidad de ejercer nuestra profesión en entornos alternativos a la oficina tradicional, beneficiándonos de las ventajas de trabajar de forma flexible y personalizada. Sin embargo, son conceptos bien distintos: en este post los definimos, diseccionando sus diferencias para que sea el profesional quien decida cuál es la mejor opción a su disposición.
Vivimos en un mundo digital. El amplio abanico de dispositivos móviles a nuestro alcance hoy nos permite trabajar -en cualquier momento, desde cualquier lugar- sin disponer de un espacio físico (ni afrontar los gastos derivados del mismo). Gracias a Internet, la oficina viene con nosotros allá adonde vayamos sin que resienta la productividad, sino todo lo contrario. Los resultados hablan por sí mismos… Es un hecho constatado: la concepción clásica de oficina ya es cosa del pasado.
El perfil del emprendedor español es de un hombre de entre 25 y 34 años, con formación universitaria, en concreto ingeniero, y que ha creado más de una empresa, según el Mapa del Emprendimiento 2016 elaborado por Spain Startup. Según el estudio, el perfil de la «startup» es el de una empresa con entre dos y cinco empleados, dedicada al sector servicios y puesta en marcha fundamentalmente con recursos propios o con la ayuda de familia y amigos.
A partir de ahora los emprendedores que no se rindan tendrán «premio». Hasta 8.100 euros en ayudas recibirán los autónomos que, tras fracasar en su proyecto inicial, decidan embarcarse en otra aventura empresarial en Madrid.
“Aunque la pérdida de empleo en agosto es la mayor desde 2008, la creación de empleo se mantiene un buen ritmo (3%), a pesar de llevar 8 meses sin gobierno. Con el piloto automático puesto y sin un gobierno que pueda tomar medidas y ejecutarlas para que ayuden a la creación de empleo, su mantenimiento, a que haya más empleo estable y a fortalecer y a que haya más autónomos…»
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