Irán: un nuevo mercado para España
La privilegiada situación geoestratégica de Irán, a medio camino entre Europa y Asia, y una población de 77 millones de personas –la mayoría urbana y con formación– ávida de productos occidentales, convierte a la república islámica, tras el levantamiento de las sanciones, en uno de los mercados más atractivos del mundo. La necesidad de modernizar su economía después de casi cuatro décadas de aislamiento internacional abre importantes oportunidades de negocio para las empresas españolas, líderes en sectores estratégicos para el país.
Pero ¿cuáles son las garantías que se nos ofrecen a nivel internacional para confiar en esta nueva oportunidad?
Para articular jurídicamente el levantamiento de las sanciones, la Unión Europea procedió en el pasado otoño a la modificación de distintos Reglamentos y Decisiones comunitarios que impedían las relaciones comerciales y financieras con Irán.
La confirmación de la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA) el sábado de que el estado persa había cumplido los compromisos alcanzados en el acuerdo con Estados Unidos, la Unión Europea y la ONU, hizo entrar en vigor estas modificaciones legislativas.
El acuerdo con las potencias prevé expresamente, sin embargo, la reintroducción inmediata de las sanciones para el caso de que la república islámica incumpliese “significativamente” las obligaciones acordadas.
La incertidumbre que incorpora esta posibilidad hizo que para proteger la seguridad del tráfico comercial y los intereses de las empresas que, en esta nueva etapa, invirtiesen en el país árabe, las autoridades comunitarias se apresurasen a aclarar que, ante ese escenario, las nuevas medidas no afectarán a la ejecución de los contrato suscritos mientras estaba en vigor la atenuación de las sanciones.
El acuerdo establece claramente la prohibición, o la obtención de autorización previa, para comercializar material relacionado con la energía nuclear y la industria militar.
No se han levantado todas las sanciones. El acuerdo alcanzado con las potencias mundiales se limita a las medidas impuesta en 2011. Sobre Irán sigue pesando otras sanciones, fundamentalmente, por la violación de los derechos humanos.